EL
MOVIMIENTO CRISTIANO ORIGINARIO
El Movimiento Cristiano Originario
surge como reacción a la paradoja de que el actual Sistema SocioCultural
Occidental tan inhumano y depredador del Planeta, se declare Cristiano,
considerando el gran compromiso del Cristianismo desde su aparición con todo
Ser Humano, especialmente con el más el pobre y desamparado.
El Movimiento Cristiano Originario afirma que
la razón principal de esta paradoja de la Civilización Occidental
está en que sus actuales “creencias cristianas” no corresponden a las que
realmente enseñó Jesucristo (¡ similitud con explicación marxista del fracaso de
la URSS !).
Y si se volviera a las enseñanzas
primigenias del Cristianismo, el Hombre de hoy alcanzaría el nivel de
Humanización necesario para “construir” una Sociedad más solidaria, fraterna y
respetuosa del Hombre y del Planeta.
Antecedentes Sicosociales
de la Religión
El Ser Humano por sus características
físico-sicobiológicas configura fundamentalmente la Realidad , su Existencia,
el Mundo, a través de los cuales experimenta y siente a la
Vida , en base a sus personales interpretaciones, creencias o
paradigmas que se formula respecto a dicha Realidad y Existencia.
Entre estas diferentes
interpretaciones y creencias las más importantes, profundas y trascendentes son
aquéllas que dan respuestas a las inquietudes e interrogantes existenciales del
Hombre, interrogantes nacidas en los albores de la Humanidad , cuando el
Homínido primigenio se enfrentó al fenómeno más relevante y trascendental de su
Realidad y Existencia: El fenómeno de la Muerte.
Estas respuestas existenciales como creencias
o paradigmas existenciales configuran el Mundo personal de los diferentes
Individuos. Pero, al hacerse masivos, se incorporan al Inconsciente Colectivo
de los pueblos, a sus Campos SicoEmocionales, haciéndose así determinantes en
la configuración, “construcción” e interpretación del Mundo Social percibido
por los diferentes Individuos.
Este conjunto de creencias de tipo
existencial, muchas de las cuales han sido aceptadas e internalizadas por el
Individuo a muy temprana edad y sin mayor análisis ni reflexión, son de gran
importancia sicoemocional, síquica, para el Hombre y conforman el dominio de lo
religioso.
¿
Manifestación de una espiritualidad natural en el Ser Humano?
Ya las primeras comunidades humanas
conformaron y sistematizaron sus Respuestas Existenciales específicas,
adecuadas a sus realidades socioculturales, dentro de un sistema de creencias
con cierta coherencia y consistencia entre sí, dando origen a las diversas
Religiones. Éstas, posteriormente, con el avance de la civilización dieron
origen a ciertas instituciones llamadas Iglesias, a las cuales les correspondió
la gestión social de las Respuestas Existenciales (Religiones) adoptadas por la
comunidad. También, por razones obvias, fueron las depositarias de todo el
Conocimiento y acerbo cultural de su Época y Sociedad.
Por lo tanto, de manera natural las
distintas Iglesias siempre han tenido la máxima influencia y poder en sus
respectivas sociedades en todo tiempo y lugar, a lo largo de toda la Historia de la Humanidad.
Desde el
hechicero malayo al Vaticano.
Y estas Instituciones han estado en el
origen, desarrollo y preservación de los diferentes sistemas de organización
sociocultural que han surgido también en forma natural a lo largo de la Historia , siempre como la
mejor respuesta de las distintas comunidades humanas a sus diversas necesidades
principalmente de supervivencia, conforme al Entorno
histórico-geográfico-cultural en que les correspondió desenvolverse.
Humanismo
Cristiano Histórico
El Movimiento Cristiano Originario
asegura que las Iglesias occidentales autodenominadas cristianas han
participado en la creación y actualmente “sostienen” este Sistema Sociocultural
Occidental. Pero como las actuales creencias y paradigmas que difunden están
tremendamente alejadas del verdadero espíritu y concepción del Humanismo que
enseñó Jesucristo, fundador del Cristianismo, han dado origen a este Sistema
tan inhumano y depredador del Planeta.
Jesús mostró “Un Dios que está en
el Cielo, en la Tierra
y en todo lugar (noción de inmanencia o de orden panteísta también presente
en los pueblos Orientales y Primigenios Americanos), que conoce a cada Hombre y lo ama”.
Este último concepto representa la auténtica
revolución religiosa del Cristianismo en la historia de la Humanidad que significó
un tremendo y positivo impacto en el valor y dignidad del Ser Humano.
Sus dramáticas distorsiones se
produjeron inicialmente cuando la
Jerarquía de la Imperial Iglesia Romana se convirtió al
Cristianismo (Siglo IV - Emperador Constantino).
Para mantener la estabilidad y paz
social en el Imperio y poder luego impulsar, a su manera, el cambio
religioso revolucionario propiciado por
el Cristianismo, reformuló las creencias básicas cristianas, adaptándolas al
contexto sociocultural de aquel entonces.
En
primer lugar postuló un Dios alejado del Hombre y del Planeta, instalado en un
Cielo inaccesible para el Individuo hasta después de su muerte, y sólo al
alcance de aquéllos que siguieran fielmente ciertas normas y preceptos dictados
por Ella misma, pero alejados de lo básicamente cristiano. Postuló además la existencia
de un Infierno eterno para aquéllos que osaran rebelarse contra estos preceptos
espurios. Y entregó en manos de un Ser Diabólico a este Mundo y a la Humanidad.
En el difícil
contexto existencial del siglo IV era inimaginable un Dios “bueno” sin un
Diablo responsable del Mal y Sufrimiento.
Separó aún más al Hombre de Dios al
interponer entre ambos una serie de intermediarios: Sacerdotes, santos,
espíritus varios, etc.
Postuló también una serie de
creencias, mitos y leyendas, dándoles categorías de divinas y cristianas, pero
esencialmente paganas que oscurecieron aún más el “único” concepto divino
auténtico entregado por Jesús.
Realmente ilustrativo de lo sutil,
pero determinante de algunas de estas distorsiones, es el cambio sustancial
producido en lo esencial del principal mandamiento cristiano “ Ama a tu
PróXimo como a ti mismo” al variarse sólo una letra (PróJimo por PróXimo).
Prójimo es una expresión muy
impersonal y genérica que no contiene en absoluto la potencia emocional de
la presencia física del Otro en
el Entorno, en el “Aquí y Ahora” del Sujeto.
“In ilo
tempore” las guerras casi permanentes eran prácticamente “cuerpo a cuerpo”.
Estas manipulaciones y deformaciones
al espíritu cristiano fueron tal vez necesarias, incluso inevitables, en la
coyuntura histórica-social premedioeval.
Pero hoy han derivado en las
concepciones religiosas actuales básicamente deshumanizadoras, que han
contribuido poderosamente a la estructuración y permanencia de un Sistema
SocioCultural en pugna con el verdadero desarrollo y evolución del Hombre, de la Humanidad y del Planeta.
Urge reemplazar estas
creencias y paradigmas en la Cultura Occidental para producir los cambios
sociales y planetarios deseados.
El Movimiento
Cristiano Originario afirma que sólo el básico y original Humanismo Cristiano y
el Humanismo Natural propuesto por la Ciencia , tendrían hoy la clara aceptación masiva
necesaria para incorporarse rápida y profundamente en el Inconsciente Colectivo
de esta Sociedad promoviendo los cambios necesarios.
Humanismo Natural
Esta trascendental concepción de Unidad holística,
total, Humana-Planetaria Universal, ya la afirmaban los pueblos orientales hace
más de 5.000 años y reconocían a esta Totalidad como el Uno, el Absoluto, la Realidad Una , el
Todo, etc.
Los
conocimientos científicos actuales entregan
sólidas bases para que el Hombre siglo XXI reconozca su natural proceso
humanizador personal y el natural proceso evolutivo del Planeta, pero sobre
todo que reconozca y acepte su gran responsabilidad en ellos, tanto en el
desarrollo de su Humanización personal como en el desarrollo ecológicamente
sustentable del Planeta.
El reconocimiento científico de la estrechísima
interrelación e interdependencia de cada Hombre con todo su Entorno, con todo
el Planeta, favorece claramente la
aceptación en el Individuo de su gran responsabilidad en el desarrollo
sustentable planetario.
El reconocimiento científico de la indisoluble y total
unión de cada Hombre con toda la
Humanidad promueve decisivamente la Emoción del Amor en el
Hombre y la identificación profunda, “libre y espontánea” del Individuo con el
Otro, pues desde esta perspectiva resulta obvio y natural “Amar al Otro como a
Sí Mismo”.
De
este Humanismo
Natural científico surge además una formulación Ética y Moral fácilmente
reconocible, aceptable y muy adecuada para guiar hoy la acción del Hombre
Moderno siglo XXI:
El principal referente y parámetro
ético-moral es la Vida
en el Planeta, en todas sus formas y manifestaciones, siendo el Ser Humano su actual
vanguardia evolutiva.
Bueno es todo lo que respeta y
favorece a la Vida ;
Malo todo aquello que la daña o perjudica.
El Hombre, el Ser Humano como
Individuo concreto, como Persona, debe estar al Centro, en el Origen y
Finalidad de todo pensamiento y acción humana y ser reconocido como el máximo
valor en el Planeta.
Este Humanismo natural, científico,
fruto de los descubrimientos de la Ciencia Moderna , es racional y razonable,
“creíble y viable”, muy aceptable para el Hombre contemporáneo siglo XXI y, por
lo tanto, puede ser de más fácil y rápida internalización. Es un excelente
paradigma con un enorme potencial humanizador muy adecuado y conveniente para
favorecer y acelerar hoy la Humanización Personal y Social en la Civilización Occidental.
Humanismo Cristiano Siglo XXI
Este Humanismo Natural sería por sí solo suficiente
para acelerar en el Hombre Occidental su proceso de Humanización personal, a
fin de producir los saludables cambios sociales deseados.
Sin embargo, el Movimiento Cristiano Originario
considera que este Paradigma científico se potenciaría notablemente en la Civilización Occidental
con el complemento de las originarias ideas religiosas básicas cristianas,
dando forma a un Humanismo Científico-Cristiano, es decir, a un moderno Cristianismo
Siglo XXI que podría tener un enorme impacto sicosocial, gran aceptación y muy
rápido reconocimiento e internalización.
Porque
de esta manera, al formularse un Humanismo natural y científico que implique
además una concepción religiosa, es posible satisfacer las profundas e
históricas inquietudes existenciales humanas también presentes y con mucha
fuerza en el Hombre siglo XXI y
disminuir significativamente cualquier eventual oposición de las poderosas
Iglesias occidentales a este Humanismo científico-cristiano moderno.
El Marxismo para neutralizar la fortísima oposición
religiosa a su Revolución social, formuló sus propias respuestas de orden
religioso y proclamó un Ateísmo militante, convirtiéndose así en un nuevo
referente religioso.
El básico mensaje divino de Jesús: “Un
Dios inmanente, omnipresente en todo Entorno, que conoce y ama a cada Hombre”,
es la única idea religiosa que puede ser verdaderamente importante hoy día para
el Hombre Moderno siglo XXI.
El
extraordinario Bienestar material que ofrece el
avance científico y tecnológico actual, ¿ no hace más fácil y “viable”
suponer un Dios “bueno”?
Esta básica idea religiosa cristiana
refuerza notablemente el paradigma científico siglo XXI de la interdependencia
e interrelación, de la esencial e indisoluble unidad de todo lo existente en el
Planeta, facilitando el necesario y vital compromiso de cada Hombre con la Humanidad y con la Tierra , promoviendo un profundo y favorable cambio al
actual Sistema Sociocultural con un positivo impacto Social y Ecológico
Planetario sumamente importante.
Esta formulación conceptual
científico-religiosa no sólo permite liberar al Individuo de las perversas y
esclavizantes creencias religiosas actuales, sino que al reconocerle su
capacidad de establecer una directa y personal relación con una eventual
Divinidad y de formularse sus propias y personales Respuestas Existenciales,
favorece claramente su crecimiento y desarrollo humano y lo hará sentirse
directamente responsable de la conducción y dirección de su propia vida y de su
compromiso vital con sus “hermanos” y con la “salud ecológica” del Planeta.
Además favorece nítidamente la
expresión en cada Individuo del hoy tan necesario e importante Optimismo sano y
constructivo, frente a su futuro personal, del de toda la Humanidad y del Planeta.
La reformulación del principal
mandamiento cristiano de “Amor al Próximo” es consistente absolutamente
con la afirmación científica de la esencial Unidad total de todo el género
humano. Esta reformulación mejorará enormemente la armonía interpersonal y la
paz social, fomentando claramente en la interacción personal la más profunda
consideración y Respeto - no sólo
Tolerancia - por el Otro, cuya concreta y contundente presencia física en el
Entorno del Sujeto no se verá obnubilada por una entelequia tan ambigua y
neutra como “prójimo”.
Sin duda alguna, estas nuevas
concepciones científicoreligiosas pueden fortalecer y acelerar
significativamente el proceso Humanizador personal del Hombre Moderno, con el
consecuente y saludable impacto en la Humanización de toda la Sociedad.
Es posible imaginar otras filosofías,
ideologías o religiones que compitan con el Cristianismo por cambiar al Hombre
y a la Sociedad
acelerando su Humanización y que podrían complementarse perfectamente con este
Humanismo científico moderno, siendo aún el Marxismo una de las más
importantes.
Pero el Cristianismo tiene, lejos,
fuertes ventajas comparativas en la Civilización Occidental
por su enorme arraigo y tiempo de
vigencia y porque cuenta con la
extraordinaria Imagen de Jesús que
ostenta un reconocido, positivo y enorme impacto mediático en esta Sociedad.
Campaña de
Humanización Masiva
El Movimiento Cristiano Originario
propone realizar una gran Campaña Publicitaria masiva para difundir las ideas
básicas de este Humanismo Científico-Cristiano, de manera más rápida y eficaz.
Esta
Campaña estaría
orientada principalmente a los niños y jóvenes, utilizándose todos los recursos
humanos, técnicos y financieros que
ofrece la actual Civilización y que con tanto éxito utilizan las
Transnacionales.
Gradualmente este nuevo Humanismo se
incorporará al Inconsciente Colectivo promoviendo los cambios sociales
necesarios.
Como Plan Piloto propone elegir una
ciudad moderna y, al cabo de no más de cinco años, se podrán tener las primeras
evaluaciones en base a la realización de encuestas y mediciones para detectar
los cambios en ciertos importantes parámetros sociales juveniles: Delincuencia,
drogadicción, rendimiento y deserción escolar y otros.
Las siguientes serían las Ideas-Fuerza básicas de esta Campaña multimedial masiva:
1° Idea-Fuerza :
Cada Ser Humano está en profunda y estrecha
interdependencia e interrelación, total e indisolublemente unido con todos sus
Semejantes, con toda la
Humanidad , con todo su Entorno, con todo el Planeta y el
Universo entero.
Esta esencial Unidad holística y universal del Hombre
con todo lo existente, que recién hoy descubre la Ciencia , ya la afirmaban
muchos pueblos primigenios desde hace más de 5.000 años y reconocían a esta
Totalidad como el Uno, el Absoluto, la madre Tierra, la Realidad Una , el
Todo, etc.
La Hipótesis científica terráquea de Gaia: “El
Planeta Tierra es un ser vivo”, debidamente presentada puede ser tremendamente
eficaz para mostrar esta idea-fuerza
2° Idea-Fuerza :
Esta misma idea de la esencial unidad del Hombre con
todo el Universo conformando el Uno, sostenía
Jesucristo, fundador del Cristianismo, pero con la concepción religiosa,
revolucionaria para aquel entonces, de que este Todo, este Uno, este Absoluto (su
Padre), “conocía a cada
Hombre y lo amaba”.
El
Hindú también reconoce a Dios en todo su Entorno, pero lo piensa ajeno e indiferente con el Hombre ( “impersonal”).
Jesús oraba dondequiera estuviese: En el campo, en el
monte, en medio del lago, etc., pues para él su Padre “está en el Cielo, en la Tierra y en todo lugar”.
Esta
oriental Concepción Divina del Entorno imposibilita la existencia del “Diablo
cristiano”
3° Idea-Fuerza :
El principal mandamiento de Jesucristo, y tal vez el
único, fue : “Ama a tu próximo como a ti mismo”, enfatizando la
presencia física del Otro en el “Aquí y Ahora” del Individuo.
Los
niños y jóvenes imbuidos en estos ideales humanistas modernos posteriormente
conformarán las nuevas bases sociales y podrán concebir y conducir los cambios
de acuerdo a estos ideales, con seguridad en los menores plazos posibles y con
los mínimos costos sociales, dando origen finalmente a esa nueva Sociedad que
se anhela más humana, solidaria, fraterna y comprometida con el Planeta.
Un hombre de la calle
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