Contrapunto histórico Izquierdas
y Derechas
Su
Comunidad humana es esencial para el proceso de Humanización del Animal Humano,
es decir, para su crecimiento y desarrollo
humanopersonal, pues sin una
profunda y completa interrelación e interacción con Ella, éste no logra su
realización humana para convertirse en
Hombre pleno y maduro, capaz de entregar su mayor y mejor aporte a aquélla.
El
Animal Humano es, por lo tanto, gregario, genéticamente condicionado hacia la
fraternidad y solidaridad.
Ambas virtudes
hoy han sido bloqueadas y pervertidas por el sistema cultural neoliberal
dominante en nuestra Sociedad.
Toda
Comunidad, desde la horda nómade primitiva hasta el moderno Estado siglo XXI,
necesita una organización mínima que evite el caos social y mantenga cierta
unidad, condiciones básicas de supervivencia social. Y para ello debe darse
algunas reglas y normas sociales
respetadas y acatadas, al menos por una mayoría.
Pero
siempre, por razones obvias, pasado cierto tiempo las reglas y preceptos
iniciales van quedando obsoletos y la Comunidad requiere de otras reglas y
normas de acuerdo al desarrollo y crecimiento alcanzado como organización
humana.
Y
aparece entonces una tensión social entre los que quieren mantener el actual
estatus, pues en él han alcanzado cierto poder y ventajas sociales [aparece una
cierta Inercia Social, comparando con la ley de Inercia en Física, es decir, cierta resistencia propia de todo Ser ya
existente para continuar existiendo,] y aquéllos que se
encuentran, en ese orden social existente,
ya establecido, en leve o franca
desventaja y requieren un cambio para alcanzar cierta justicia y avance social.
Esta
insoslayable tensión social ha sido superada, sublimada, resuelta,
en las diferentes sociedades conforme a
sus características sociales históricas-culturales, geográficas, etc., para lograr la nueva armonía social mínima,
obligada o no, necesaria para la supervivencia de toda la Sociedad.
Antiguamente
estos procesos de cambio o evolución social se desarrollaban lentamente durando
siglos, incluso milenios, sin generar por
esta razón mayor conflicto o tensión. Hoy, sin embargo, siglo XXI, por
el rápido avance demográfico, cultural y científico alcanzado, estos necesarios cambios sociales requieren mayor
celeridad, pues adquieren mayor necesidad y urgencia.
Históricamente
la denominación de Derecha-Izquierda para estas inevitables fuerzas sociales
siempre en conflicto (permanencia
y cambio), se originó
durante la Revolución Francesa cuando los partidarios del Rey y la
nobleza (clero incluido) defensores del statu quo social vigente, ocuparon el costado derecho y sus
oponentes, que buscaban el cambio, el
costado izquierdo, en el salón donde se
habían reunido los representantes de la Población en Congreso.
Hoy,
en nuestro Chile siglo XXI, la Derecha está constituida por todos aquellos que
defienden el actual statu quo social nacido al amparo de una perversa cultura
neoliberal-capitalista (fortalecida en Chile por Pinochet), ampliamente dominante, deshumanizadora y
depredadora planetaria, brutalmente egoísta y desintegradora de toda comunidad
(Neoliberalismo).
Y
la Izquierda está conformada por aquéllos que advierten la urgente necesidad de
cambios sociales, no sólo para cumplir con un mínimo de justicia social y
evitar un eventual colapso social
humano-planetario, sino también para asegurar un sólido avance
permanente hacia una siempre mayor calidad de vida para la población.
Desde
esta perspectiva, para la Derecha conservadora siempre le será más fácil consensuar
cierta Unidad ideológica y de acción entre sus miembros para defender
con fuerza lo vigente que de diversas formas en gran medida la favorece,
pues este objetivo es más evidente y material, concreto, real y palpable:
Cuidar, mantener lo ya existente.
En
cambio para la Izquierda lograr cierta Unidad mínima en cualquier plano, le es
harto más difícil y complejo, pues debe trabajar con abstracciones y
proyecciones de Futuro, proponer cambios
frecuentemente bastante desconocidos, en muchos casos francamente dudosos, no
siempre posible de definir y, más aún, de comunicarse bien, etc.
Y
qué decir del riesgo de proponer y realizar cambios inconvenientes, que a poco
andar revelan su ineficacia e inutilidad y, más aún, se revelan como francos errores que habría que revertir.
Esta
eventual Unidad de la Izquierda exige consensuar ciertas interpretaciones
existenciales del Hombre y la Sociedad,
ciertas cosmovisiones concretas que puedan ser compartidas por todos aquellos
que se declaran izquierdistas: Deben compartir cierta Fe común.
La Fe se entiende en este s.XXI, como una “Apuesta Existencial” que hace una Persona respecto a una cierta interpretación
de la Realidad, del Mundo, que considerará verdadera, correcta, o
respecto a la posibilidad de hacerse o no realidad cierto Futuro imaginado, supuesto o proyectado y actúa en función de
esto.
Hoy se sabe que la Fe en gran medida permite hacer realidad
cierto Futuro esperado : El Hombre crea
lo que cree.
Esta
eventual Unidad de la Izquierda s.XXI exige también la práctica continua de la
Fraternidad y de una gran flexibilidad racional y emocional, síquica y conceptual, para
armonizar correctamente las distintas y
diferentes, pero tan legítimas y eventualmente válidas visiones sociales
de cualquier militante izquierdista y “construir” esa indispensable Fe Común, definitoria última de toda Unidad y que
garantizará la acción mancomunada en pos del objetivo que gracias a la Fe
estará claramente más definido.
Y
hoy s.XXI para lograr esta necesaria Unidad no es posible plantear “atajos”,
como el uso de la coacción o la violencia, o el engaño, etc.; sin embargo, se
cuenta con una clara mayor cultura, en general, y grandes avances tecnológicos
y comunicacionales que bien usados pueden resultar muy significativos y eficaces
para favorecer y producir una visión mínimamente compartida, común, acerca de
la Realidad social y las formas para
trabajar exitosamente por los cambios sociales.
Durante
el siglo XX se reconoció a nivel Mundial como de Derecha a aquéllos que propiciaban al
Capitalismo aparecido durante el siglo XIX (hoy Neoliberalismo) como orden
social hegemónico y como de Izquierda a aquéllos que defendían otro orden
social antagónico propiciado por el Marxismo y que apareció durante el siglo XX,
disputando la hegemonía social capitalista y proponiendo su cambio con una radical
alternativa, en principio viable.
Según
el análisis sociopolítico-económico marxista el
Capitalismo constituyó una Tesis Social de Derecha, conservadora del
orden social existente en ese entonces, y
el Marxismo constituyó una Antítesis
Social de Izquierda, de cambio, surgida inevitablemente, según la mirada dialéctica hegeliana, como una histórica
contraposición a la Derecha, buscando el cambio social revolucionario.
El Marxismo propició un profundo cambio
político-social prácticamente en 180°.
El
Marxismo logró el dominio ideológico y cultural casi absoluto sobre las
diferentes otras Izquierdas de aquel entonces, entendidas como las diversas
posturas ideológicas promotoras de eventuales cambios sociales anticapitalistas,
no tan drásticos y revolucionarios como los propiciados por el Marxismo.
Desde este
punto de vista el Marxismo logró con gran éxito la Unidad de la Izquierda
Mundial. Tuvo a su favor el poder usar “cierta violencia”, aceptable para el
s.XX; inconcebible hoy.
Esta
lucha sociopolítica-cultural planetaria culminó con el claro y absoluto triunfo del Capitalismo, que
como Neoliberalismo domina hoy siglo XXI, sin contrapeso alguno a nivel mundial.
[Desde la Cosmovisión Cristiana surgió el
deshumanizador Neoliberalismo de hoy y
desde la Cosmovisión Marxista el Socialismo Real ya extinto: Tanto Marx como Jesús han sido
históricamente “traicionados”]
Paradojalmente dentro del Imperio Soviético, durante
la etapa de su transición social al
Capitalismo - fines del siglo XX - la histórica Izquierda marxista dominante se
constituyó en una Derecha social reaccionaria, al defender el socialista status
social vigente hasta ese entonces.
Situación actual
La realidad sociocultural de este siglo XXI
exige un claro reconocimiento de que los
cambios sociales deberán realizarse constante y continuamente en toda Sociedad, la cual debe estar en Evolución
social permanente.
Y hoy en particular, esta lucha entre
Izquierda y Derecha adquiere mayor dramatismo y urgencia, pues no sólo está en
juego el alcanzar una Sociedad mejor, más justa y equitativa, que garantice una
mayor calidad de vida a toda la Población, sino también la existencia misma de
la Sociedad.
El Egoísmo Neoliberal y su acción fuertemente deshumanizadora
social y depredadora planetaria, está poniendo en grave riesgo a toda la
Humanidad.
Esta
constatación exige al militante de
Izquierda aceptar una gran responsabilidad y compromiso con este trabajo políticosocial
permanente, cada vez más difícil y complejo, y también más urgente y necesario.
Una Izquierda siglo XXI
La
Izquierda como histórica impulsora del necesario cambio social en toda
Sociedad, tiene hoy una gran e insoslayable responsabilidad, un urgente Deber
sociopolítico : Trabajar denodada y comprometidamente por el cambio social
antineoliberal.
Pero
debe proponer los tan necesarios y urgentes cambios sociales actuales, las diversas
formas de avance social que aseguren una mayor calidad de vida futura en
nuestra Sociedad, considerando los mayores conocimientos, los medios y recursos
de todo tipo que nos brinda hoy este s.XXI.
Una
Izquierda s,XXI, es decir, promotora de eventuales cambios sociales en este
siglo, debe hacer suya el centenario análisis de Marx durante el s.XIX, al preconizar la futura lucha políticosocial
del s. XX entre la Tesis Capitalista y la Antitesis Marxista.
Según
su dialéctica la tesis triunfadora se impondría hegemónicamente durante un
tiempo y luego aparecerían fuerzas sociales que tenderían a buscar cierta
combinación ecléctica de la Tesis y Antítesis anteriores (ambas contienen
ciertamente elementos convenientes e
inconvenientes) para lograr construir una Síntesis un compendio, con lo “mejor”
de ambas.
Esto
significa que una izquierda actual no
debiera intentar cambios en función de insistir con formas remozadas del
marxismo, sino mas bien intentar reconocer los aspectos positivos del
capitalismo (que los tendrá, sin duda alguna, por algo venció en su lucha
planetaria), para combinarlos con aquellos aspectos positivos del marxismo (que
también los tiene, qué duda cabe ¡!), creando
una nueva fórmula sociopolítica con clara mayor posibilidad de triunfo
antineoliberal, según Carlos Marx.
Un hombre de la calle
ENTENDER QUE LA TERRA ES VIVA, NO CABE LA MENOR DUDA, POR LO TANTO EL UNIVERSO TAMBIÉN ES VIVO Y TODOS LOS SERES TAMBIÉN SON VIVOS, ADEMÁS DE ESTAR CONSTITUIDOS DE LOS MISMOS ELEMENTOS QUÍMICOS QUE EXISTEN EN TODAS PARTES, EL GRAN PROBLEMA DEL ANIMAL HUMANO, ES QUE AÚN NO DESCUBRE INTERNAMENTE LA VERDADERA RAZÓN DE VIVIR, CREO QUE SOMOS TODOS UNA SOLA MATERIA CON INTELIGENCIA DENTRO DE NUESTRA MENTE, CUANDO EL ANIMAL HUMANO DESCUBRA QUE LA SOLUCIÓN NO ESTÁ FUERA, SINO DENTRO DEL PROPIO CUERPO Y MENTE UNIDA A UN TODO UNIVERSAL, NOS ENCONTRAREMOS COMO RAZA HUMANA, CUANDO VEAMOS LOS DEFECTOS PROPIOS Y SALGAMOS DE LA CAJA DONDE CADA CUAL SE ENCUENTRA. FELICITACIONES POR TUS CONCLUSIONES.
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