Historia de Dios
Cuando
el Animal Humano, ya consciente de sí mismo como individuo separado de su Entorno, conoció el fenómeno de la
Muerte, concibió el Futuro y experimentó la angustia frente al Misterio
Existencial.
Las
eventuales y “obligadas” Respuestas o
Explicaciones a este Misterio, históricamente fueron entregadas inicialmente por
el Hechicero tribal y, posteriormente, con el avance demográfico y cultural,
por ciertos grupos de individuos (en
general, bien “intencionados”)
en los que se concentró la escasa información disponible en las comunidades de
aquel entonces.
Éstos
“construyeron” y monopolizaron ciertas respuestas o
explicaciones o interpretaciones existenciales de este orden metafísico, respecto
al Hombre, al Mundo, a la Realidad, en
función de la historia, cultura, idiosincrasia, etc., de sus Pueblos, dando
origen a las diferentes religiones con sus respectivas iglesias, las cuales así han gobernado (o han manipulado o han abusado ¿?) a la población durante toda la Historia de la Humanidad.
Estas
Respuestas existenciales se incorporan como Creencias en la Siquis humana y
desde allí “programan” las respuestas emocionales del individuo a los
diferentes estímulos que recibe desde su Entorno, determinando así su conducta:
La
principal, más importante y más
influyente idea metafísica ha sido y es la concepción de un Ser Supremo,
creador y sustento del Hombre, del Mundo y de la Realidad toda, y garante de un
eventual Futuro y de cierta trascendencia
de la actual existencia humana,
tanto personal como social, al
que universalmente se le ha llamado DIOS.
También
este posible Ser históricamente ha definido el Bien y el Mal, ha mostrado y
definido una escala de Valores humanos y ha justificado y sancionado las reglas
éticas y morales de toda Sociedad, fundamentales para tener y mantener un
mínimo de orden y paz social
(incluso para garantizar la supervivencia misma de la Sociedad).
Naturalmente
los sacerdotes de las diferentes Iglesias siempre han asegurado, para mantener
el poder sobre sus Pueblos, tener una relación directa con Dios y saber lo que
Él exige al Hombre.
Toda
Civilización tuvo su Iglesia dominante que la configuró, determinó e hizo
realidad, pues toda respuesta existencial condiciona fuertemente la acción
social de los individuos.
La
Civilización Occidental ha sido moldeada por la Religión cristiana donde la
Iglesia Católica figura como su mayor y más fiel exponente.
Sin
embargo, sus formulaciones existenciales metafísicas han quedado ancladas en la
Edad Media y hoy ya no son válidas ni creíbles para una inmensa mayoría de la
población.
Paradoja cultural Científico-Religiosa del Mundo
Occidental :
En el s.XV se “creía” que la Tierra plana e
inmóvil era el Centro de un Universo
finito, creado por un Dios de una vez y para siempre. Y respecto a Dios se “creía”
que éste vivía en un Cielo, pero que tenía un Infierno eterno para quienes no
cumplían las leyes que dictaban sus Sacerdotes-Representantes autonominados.
Hoy s.XXI se “cree” que la Tierra es redonda y que
gira y se mueve como diminuta partícula espacial en un Universo, nacido
desde un punto primigenio, hoy ilimitado
y en expansión ¡¿?!.
…..¡¡ Y respecto
a Dios se piensa aún exactamente lo mismo ¡!!!¿?
Este
Dios “cristiano” tradicional con su Infierno Eterno y con sus representantes
que sabrían cómo “salvarse”, entendible y aceptable, incluso necesario en el
s.XV, ya no es creíble y es inaceptable hoy s.XXI, pues coarta y frena el
crecimiento y desarrollo humano-personal del individuo al oprimirlo síquicamente
y al negarle el reconocimiento de su responsabilidad personal en la dirección
de su propia vida.
El Ateísmo Humanista
Históricamente
siempre ha habido individuos que han reconocido la deshumanización implícita en
un sometimiento total a los dictados religiosos, que no permiten una libertad
síquica que favorezca el crecimiento y desarrollo humano-personal de todo ser
humano y han adoptado un espontáneo y
liberador ateísmo.
Ha
habido también quienes con espíritu hedonista han negado toda Divinidad para
sentirse libres de reglas y normas éticas y morales y del cumplimiento del
Deber, etc. ¿¿
A
fines del s.XIX apareció en el mundo Occidental el Marxismo (hoy prácticamente extinto), para
luchar contra la deshumanización a que
conducía un poderoso sistema socioeconómico y cultural que aparecía como
dominante en aquel entonces (Capitalismo:
Hoy Neoliberalismo) basado y sostenido en las Iglesias mal
llamadas “cristianas”, hegemónicas y ampliamente dominantes en Occidente.
El
marxismo tuvo que centrar su lucha sociopolítica no sólo en el emergente
Capitalismo, sino también y principalmente en su sostén ideológico y cultural :
Las Iglesias, especialmente las “cristianas”.
Por
esta razón el Marxismo entró al campo metafísico propio de las religiones,
proponiendo su propia respuesta existencial metafísica capaz de hacer frente y neutralizar a la poderosa
metafísica religiosa y restarle adeptos : El Ateísmo.
Negó
así la eventual existencia de un Dios, intentando debilitar y socavar, de esta
manera, fuertemente la base del poderío
social religioso.
Este
Ateísmo fue difundido, enseñado y predicado masivamente, incluso desde el
Estado.
El Marxismo por razones políticas hizo del Ateísmo
una religión formal, organizada : Definiciones metafísicas con ciertos dogmas
asociados, libros “sagrados”, “sacerdotes”, una ética según la cual el
Colectivo primaba sobre el Individuo (esto permitió la aparición del Socialismo
Real), etc.
Este valioso y respetable Ateísmo Humanista
marxista alcanzado con la Razón desde la Filosofía, buscaba liberar al Hombre y
su conciencia para hacerlo crecer humana y personalmente y entregarle la
dirección de su propia vida.
Yo comparto absolutamente este noble propósito.
Indudablemente
no es tan fácil vivir la exigente Ética que ofrece incluso la vida y que no
espera nada a cambio, ni acá ni en un eventual Más Allá, implícita en el noble
y desinteresado ateísmo humanista marxista, a pesar de su racionalidad y acción
liberadora humana.
Esta Ética excelsa confirma la hipótesis genética
de que la Fraternidad y Solidaridad están
insertas en los genes del gregario Animal Humano, hoy bloqueadas por la
deshumanizadora cultura neoliberal.
El
Marxismo pretendía además dar origen a un nuevo orden políticosocial y
económico con el fin de crear una Sociedad mejor.
Del Cristianismo ha emergido el actual deshumanizador “Capitalismo salvaje” y del
Marxismo el Socialismo Real. Tanto Marx como Jesús han sido históricamente
traicionados.
El Ateísmo
Neoliberal
Este Siglo XXI sorprende a la Civilización
Occidental con el mayor desarrollo y
progreso científico-tecnológico de la Historia de la Humanidad y que se
acrecienta aceleradamente año tras año.
Sin embargo, en contrapartida a
los enormes éxitos logrados por esta Civilización, la calidad de vida humana
parece estar empeorando significativamente.
La razón de esta paradoja está en que si bien la Civilización Occidental
ha creado, con el decisivo aporte de la Ciencia , un Sistema SocioEconómicoCultural que
ofrece al Ser Humano enormes ventajas materiales, comodidades y seguridades
como nunca antes en la
Historia , permite y promueve, sin embargo, una brutal
deshumanización social y una irresponsable depredación del Planeta que ha puesto hoy a la Humanidad al borde del
desastre socioecológico planetario.
La
Humanidad, gracias a la Ciencia, ha alcanzado el poder para destruir no sólo la
Vida planetaria, sino también al propio Planeta. Pero también puede convertirlo
en el hábitat paradisíaco para la gran familia humana.
Este enorme desarrollo material,
científico –tecnológico, oculta el pobre
desarrollo humano, la profunda deshumanización que muestra hoy el Hombre en
esta Civilización Occidental.
La
causa principal de esta paradoja civilizatoria se encuentra en la gran debilidad
actual de la cosmovisión metafísica existencial derivada del llamado Dios
“cristiano” que ya no resulta
creíble para el Hombre moderno, el cual está abrazando a cambio una
cosmovisión tremendamente deshumanizadora, con paradigmas egoístas y depredadores
medioambientales, nacida en el sistema sociocultural y económico hoy imperante
derivado del Capitalismo y que se ha insertado profundamente en el Inconsciente
Colectivo de la Sociedad : El Neoliberalismo.
Para
el Neoliberalismo la vida no tiene trascendencia alguna, ni mayor sentido ni
significación que alcanzar siempre el máximo beneficio personal “aquí y ahora”,
“cueste a quien le cueste” (Al Otro o al Medioambiente). No habría Dios ni finalidad existencial alguna, ni personal ni
planetaria, no hay ningún Futuro; no hay Deber que cumplir ni Trabajo que
realizar, ni reglas éticas y morales; sólo cabe la satisfacción personal
inmediata, total, a ultranza.
Este
Ateísmo hedonista y nihilista, tremendamente destructivo, está hoy, en la
práctica, en la base de las creencias existenciales de una gran mayoría social,
instalado profundamente en el Inconsciente Colectivo de esta Sociedad la que,
actuando en consecuencia, esta poniendo así
en grave peligro su propia existencia.
Este nefasto Ateísmo tiene paradojalmente su
propio Dios: El Dinero, por el cual el individuo literalmente “vende su
Alma al Diablo”.
Un “Dios s.XXI”
Naturalmente
no es fácil cumplir el Deber ni trabajar, ni respetar reglas sociales, etc., ante
una eventual ausencia de finalidad existencial, de sentido y significación
trascendente de la vida, de Futuro.
Tampoco
es fácil superar los múltiples desafíos de la existencia y mantener y alimentar
un sano, razonable y constructivo optimismo para hacer frente al día de mañana;
optimismo tan importante y necesario,
tanto personal como socialmente, frente a las ominosas incertidumbres de todo
tipo presentes hoy en día.
Un Optimismo mínimo es fundamental, indispensable,
para “construir” cualquier eventual Futuro.
El
noble Ateísmo Humanista al negar la eventual finalidad existencial que supone
un Dios, al negarlo terminantemente (tal vez innecesariamente) y sin entregar nada a cambio, le hace el juego
al trágico y dañino ateísmo hedonista y nihilista
propio de esta aberrante cultura neoliberal.
Puesto
que negar al actual Dios “cristiano” (para liberarse de la hoy inaceptable opresión síquica clerical),
el cual nació producto de una síntesis teológica pagana de los sacerdotes
romanos para enseñar a sus Pueblos la nueva religión cristiana, haciéndola
funcional a su época y cultura, no implica necesariamente negar también toda
otra respuesta histórica al Misterio de la existencia o negar de plano toda eventual
respuesta o explicación que entregue alguna finalidad existencial posible.
Los
gurúes orientales, por ejemplo (y de los pueblos originarios, en general), concibieron
y aceptaron la existencia de un único Ser Superior Absoluto, El Uno, El Todo, el cual contendría y mantendría en Sí a todo lo
existente.
Coincidentalmente la Ciencia s.XXI afirma la
indisoluble y total unidad existencial de todo lo viviente en el Planeta….y aventura esta hipótesis al Universo entero… (¡¿?!).
Pero
a este eventual Dios, el UNO-TODO oriental, le era indiferente el
Ser Humano, ni siquiera sabría de su existencia; sin embargo, Jesús creyó en Él ( Era su Padre, siempre presente en todo lugar) y se atrevió a afirmar que Éste conocía y
amaba a cada Hombre.
Tal vez ésta sea la única idea religiosa
verdaderamente interesante e importante para el Hombre moderno. Y esta creencia
no implica en absoluto que éste acepte que
algún sacerdote deba dirigir su vida, mas bien lo independiza y fortalece para
encontrar una libre y personal relación con alguna eventual Divinidad, …si ésta
realmente existiera.
Esta
fue la auténtica revolución religiosa cristiana tergiversada histórica y
dramáticamente por los sacerdotes dominantes en esa época, por razones de
gobernabilidad y de tal vez necesaria, incluso inevitable, manipulación social.
La Iglesia hoy, al frenar el libre desarrollo
síquico del individuo, le hace el juego a la actual acelerada deshumanización
neoliberal.
Un
mensaje existencial ateo moderno para ser más proactivo y constructivo, tal
vez, no debiera plantearse básicamente solo para liberarse síquicamente de todo
tipo de “sacerdote o gurú”, sino que y
fundamentalmente para promover también, al mismo tiempo, la necesidad e
importancia de que cada individuo libre
y responsablemente se plantee su propia
hipótesis existencial, su personal respuesta al misterio existencial.
Estas
respuestas o explicaciones o interpretaciones, deben contribuir claramente a un
mayor desarrollo y crecimiento humano-personal del individuo; debieran
favorecer en él actitudes y conductas fraternas y solidarias, más humanizadoras
y ecológicas, contrarrestando y oponiéndose con fuerza a la deshumanizadora
acción síquica neoliberal.
Pero
estas eventuales respuestas deben
resultar creíbles, plausibles, posibles, razonables, para el individuo,
a fin de que éste sea capaz de
incorporarlas con cierta facilidad en su Siquis y, al mismo tiempo,
contribuir a su crucial e importantísima incorporación al Inconsciente
Colectivo para que desde allí puedan entregar sus múltiples beneficios
personales y sociales a toda la Sociedad.
Con
los conocimientos actuales, especialmente aquellos entregados por la Ciencia,
es posible formularse con honestidad y mucha responsabilidad respuestas o
explicaciones existenciales de orden metafísico muy “constructivas”, asertivas,
proactivas, que ayuden a la liberación
síquica religiosa y metafísica de todo individuo y a su necesario y siempre
urgente crecimiento humano-personal.
Pero
sobre todo estas Respuestas pueden ser perfectamente razonables, creíbles,
plausibles, para el Hombre Moderno y pueden justificar fácilmente un razonable
y sano optimismo.
La
Ciencia hoy, con su moderna teoría de la Evolución de la Vida en la Tierra,
entrega creíblemente una posible respuesta o explicación al Misterio
Existencial Humano global, muy funcional a este s.XXI ; una hipótesis racional
y razonable, aceptable, plausible para el Hombre Moderno, que permite eliminar
al perverso Dios clásico y a sus representantes, sin negar en absoluto lo central en toda idea acerca de Dios: Una
finalidad, un Futuro, un hermoso sentido o significado existencial para el
Hombre, la Humanidad y el Planeta.
Esta mirada científica planetaria permite demostrar
fácilmente importantísimos valores humano-planetarios y justificar una ética y moral humanas, social y
planetariamente constructivas.
Una
adecuada y moderna concepción existencial del Hombre y del Planeta, facilitaría
enormemente el luchar contra las anacrónicas Iglesias y contra este
Neoliberalismo deshumanizador dominante, para
forjar una Sociedad más humana,
justa fraterna y solidaria.
Un
“Dios” para la Persona
Esta
Respuesta, hipótesis o explicación metafísica personal, este Dios moderno
s.XXI, constituiría, en la práctica, una Teoría Existencial Personal, pues sería una interpretación del Hombre y del
Mundo, de la “Realidad”, planteada por el propio individuo con la máxima
información global hoy disponible, con entera libertad y sin rigideces ni
exigencias dogmáticas o fundamentalistas.
Y tal como
lo hace la Ciencia con sus teorías, sujeta
al cambio frente a nueva información o experiencia.
Obviamente
esta teoría metafísica no pretendería ser la “Verdad”, sería sólo una guía
vivencial orientadora básica para el
individuo, pero en revisión permanente
Después de todo, ¿ cuál sería la “Verdad verdadera” ?. En este s.XXI
ya no existen las certezas de ningún tipo y en ningún campo.
Y
podría y debería estar orientada a conseguir que en toda interacción del
individuo con su Entorno, su respuesta primaria sea promovida desde la emoción
del Amor.
Se entiende
como Amor, en este contexto, a esa
emoción o sentimiento que experimenta el Hombre al sentirse en íntima, profunda y completa unión y comunión con todos sus Semejantes,
con todo su Entorno, con todo el Planeta y el Universo entero.
La manifestación del Amor en su relación humana (fraternidad, solidaridad) es para todo Individuo el parámetro fundamental
indicativo de su crecimiento y desarrollo humanos, del avance en su proceso
Humanizador, en su trabajo constante de autoconstrucción personal.
Hoy
creíblemente la Ciencia permite al Hombre moderno aventurar la hipótesis
metafísica de GAIA : El Planeta Tierra es un ser “Vivo”, que crece y se
desarrolla a su ritmo y medida y donde el Ser Humano constituye su vanguardia
evolutiva.
GAIA es un corolario obvio al fenómeno de la
Evolución, pero emocional y comunicacionalmente es una imagen simbólica muchísimo
más fuerte.
Incorporar
al Inconsciente Colectivo de la actual Sociedad esta idea metafísica de orden científico como
respuesta o explicación existencial moderna, puede ser tremendamente efectivo
para desplazar de éste la nefasta cosmovisión neoliberal y promover un profundo
cambio cultural hacia conductas sociales verdaderamente humanizadoras y
ecológicas, fraternales y solidarias.
Para
una efectiva y rápida internalización de GAIA en el Inconsciente Colectivo, se
cuenta hoy con amplios conocimientos sicológicos y sociológicos y toda una moderna y poderosa tecnología y experticia
comunicacional.
La idea metafísica religiosa de Dios que entregó Jesucristo el siglo
Primero y la idea metafísica científica de GAIA que entrega la Ciencia este siglo
XXI, pueden ser combinadas inteligentemente por el Hombre moderno para
construirse una óptima Teoría Existencial Personal que asegure su liberación y
crecimiento síquicos para entregar su mayor aporte a la “construcción” de esa
Sociedad mejor y le ayude en su lucha permanente e inclaudicable contra el perverso Neoliberalismo.
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