jueves, 8 de mayo de 2014

REVOLUCIÓN ECOLÓGICA ANTINEOLIBERAL

            REVOLUCIÓN  ECOLÓGICA  ANTINEOLIBERAL  

Religión y  Ciencia
Históricamente la Religión y la Ciencia han sido los principales referentes culturales a través de los cuales el Hombre ha intentado aproximarse a la elusiva y enigmática Realidad y anticipar el Futuro.
La Religión nació como una Respuesta, Explicación o Creencia metafísica (Dogma)  para calmar la Angustía  que experimentó el Animal Humano frente al Misterio de su Existencia cuando tomó consciencia del fenómeno de la Muerte.
Toda Creencia metafísica condiciona fuertemente la conducta humana : El Hombre “crea lo que cree”.
La Ciencia nació para dar una respuesta o explicación física (Teoría)  a la  angustia humana frente a la problemática material de  su Sobrevivencia  Existencial.     
La Teoría es una construcción intelectual de orden científico en el campo físico y es considerada sólo una suposición de existencia de cierta Realidad y, por lo tanto, está en constante revisión.
El Dogma, en cambio, es una construcción intelectual de orden religioso en el campo metafísico y es considerada como  Verdad absoluta sin tolerar duda alguna.
La Religión para construir sus Dogmas  se guía por la Intuición y usa la Emoción. En cambio la Ciencia para construir sus Teorías se guía por la Razón y usa la Lógica.
Históricamente las diferentes Iglesias, instituciones religiosas que monopolizaron ciertos dogmas, dieron origen, conformaron y dominaron sin contrapeso alguno en sus respectivas Civilizaciones gobernando  a sus Pueblos.
   Civilización Occidental :  Iglesias Cristianas (Católica en especial)
Hoy, sin embargo, el Hombre Moderno culto y con mentalidad científica es capaz de y debe darse sus propias y personales respuestas y explicaciones existenciales, planteándose una Teoría Existencial Personal propia, independiente, que sustente sus ineludibles, insoslayables, creencias metafísicas, pero sujeta a revisión periódica para su mejoramiento permanente.
El Animal  Humano, hoy como ayer, requiere obligadamente asomarse al Misterio Existencial, de una u otra forma, y la Teoría Personal que elabore al respecto será muy importante para su proceso de humanización, para su aporte a la Comunidad y para su calidad de vida,
El Hombre tiene la necesidad síquica de  resolver su personal Puzzle Existencial.  El Ateísmo y el Agnosticismo también son Respuestas legítimas y válidas al Misterio, pero  exigen un  mayor compromiso existencial.
A fin de cuentas toda Respuesta, Explicación, Creencia, Dogma, Teoría, de orden Existencial, no es nada más que la muy particular y personal  Interpretación de la “Realidad” que  acepta o se elabora para Sí Mismo el Individuo y que través de la cual,  una vez internalizada en su Siquis,  experimenta, “siente”, “vive” su Mundo Personal con el cual participa en la “construcción” del Mundo Social.

La Civilización Occidental
                   La Civilización Occidental ha sido conformada y moldeada por la Religión cristiana y, con el decisivo aporte de la Ciencia, ofrece hoy al Ser Humano enormes ventajas materiales, comodidades y seguridades como nunca antes tuvo en la Historia, pero, paradójicamente, está también amenazando la sobrevivencia misma de la Humanidad.
                   La principal razón de esta paradoja se encuentra en el hecho que la cosmovisión y paradigmas cristianos con sus dogmas metafísicos, principios y valores humanistas y comunitarios,  están siendo reemplazados socialmente por una cosmovisión con paradigmas tremendamente deshumanizadores y depredadores planetarios, promovida por el actual Sistema SocioEconómicoCultural dominante, el Neoliberalismo.
Para el Neoliberalismo el sentido de la vida del Hombre es buscar el placer y el beneficio propio a ultranza y a cualquier costo (…para el Otro o para el Medioambiente) :
Su verdadero Dios es el Dinero.
Esta perversa Cosmovisión está hoy profundamente entronizada en el Inconsciente Colectivo de la Sociedad (Siquis Social) y promueve un feroz y depredador Egoísmo que abusa del Otro y del Medioambiente, traicionando las  fraternas raíces genéticas del gregario Animal Humano, y  amenazando ominosos colapsos socioplanetarios.
                   Este trágico reemplazo se ha producido, por una parte,  porque la cosmovisión cristiana, ayer culturalmente  dominante, quedó anclada en la Edad Media y ya no es creíble ni aceptable para el Hombre Moderno siglo XXI y además  que, por su gran atraso cultural, esta anacrónica cosmovisión religiosa está deteniendo el natural avance del proceso humanizador del Ser Humano y de la Sociedad.
                    
Paradoja siglo XXI  Ciencia-Religión:
Ciencia : En el siglo XV el planeta Tierra se creía plano, centro de un Universo estático y finito que giraba a su alrededor. Hoy se cree que es redondo y que gira dentro de un Universo infinito y en expansión….{ ¡¡ dramáticamente distinto ¡! }
Religión : En el siglo XV se creía que había un Dios Creador que estaba en un Cielo y había un Infierno para los que no cumplían sus órdenes, las cuales sólo eran conocidas por un grupo de individuos a los cuales había que obedecer.
Hoy….¡¡ Es exactamente lo  mismo ¡!!   { ¿¿!¡?? }

                   Este bajo nivel de humanización social ha favorecido enormemente el actual triunfo de la dañina cosmovisión neoliberal con sus perversas creencias existenciales.   
Sin embargo, hoy, los nuevos y sorprendentes descubrimientos y conocimientos científicos siglo XXI pueden ser de inestimable ayuda para que el Hombre Moderno pueda luchar culturalmente con buenas probabilidades de éxito contra las deshumanizadoras cosmovisiones y paradigmas Neoliberales.

Cosmovisión científica S. XXI
La Ciencia moderna   ha descubierto la extraordinaria evolución del Planeta,  desde la bola de fuego de hace 5.000 millones de años al globo verdeazulado  de hoy, transformado dramáticamente por el crecimiento y desarrollo de la Vida intraplanetaria.
Al cubrir la Tierra la Vida creó la Biosfera : Hoy, con el Hombre (Conciencia Humana) cubriendo al Planeta, aparece la Noósfera.  
Y también ha descubierto y demostrado no sólo la esencial unidad vivencial de todos los seres humanos entre sí (La Humanidad) sino también su profunda interrelación, interdependencia y estrecha interacción física, biológica, síquica, etc., con todo lo viviente; más aún, su indisoluble unidad existencial con todo lo existente en el Planeta.  
                  (¿ ¡¡Y en el Universo ¡!?).
Gracias a esta misma Ciencia, el Hombre ha logrado el poder para destruir por completo a la Tierra, pero también con este mismo poder puede participar activamente en el desarrollo de esta Evolución Planetaria para convertir al Planeta en el hábitat privilegiado de toda la gran Familia Humana.
En base a estas evidencias, importantes científicos modernos plantean  creíble y fundamentadamente  la Hipótesis de GAIA :
El Planeta Tierra es un Ser Vivo que crece y se desarrolla a su ritmo y medida y donde la Especie Humana, su vanguardia evolutiva, juega hoy un rol  planetario trascendental.”
La Ciencia está demostrando hoy la universalidad de la Vida, tal vez presente desde siempre en todo el Cosmos.
Esta hermosa Hipótesis terráquea de Gea o Gaia que concibe a la Tierra como una Semilla cósmica en pleno proceso de crecimiento y desarrollo, históricamente, de distintas maneras, ha sido enunciada por diversos pueblos aborígenes y  pueblos orientales, en general.

Conclusiones
Esta científica Cosmovisión existencial humano-planetaria puede hoy jugar un rol de primerísima importancia para darle al Hombre Moderno certeros y sólidos argumentos y profundas convicciones para definir y “construir” un significado existencial propio, encontrar su sentido de vida personal como participante activo en la “construcción” del futuro de la Humanidad y del Planeta.
 Si la Tierra avanza hacia una maduración planetaria, es posible suponer una finalidad para el Hombre y la Humanidad, incluso para el Universo entero.
Suponer una finalidad para el Ser Humano y la Humanidad favorece el enfrentar y superar los múltiples y cruciales desafíos actuales que vive el Hombre moderno, tanto personales como sociales y planetarios y valorar significativamente su vida actual y su aporte al Otro y a la Humanidad.
Y para fortalecer y profundizar esta tan optimista, conveniente y razonable mirada de Futuro, vale la pena considerar que al interior de toda semilla que crece, nada parece perderse, desaparecer o morir, sino mas bien transformarse y aumentar : Concebir a la Tierra como Semilla Cósmica fortalecería la atávica y  universal creencia humana en una eventual vida postmortem, dándole más sentido, significado y valor a la vida presente.
Y desde una perspectiva más optimista aún, ¿ no podría estar esta Vida planetaria en Evolución brindando siempre un eventual apoyo, a su forma y a su manera, a todas y a cada una de sus “creaturas” y así estaría también garantizando  el éxito de la cósmica Tarea del Hombre ?. 
{ ¡¡ ¿ ”Mito”? cristiano de la Divina Providencia ¡!.}
Un mínimo de sano optimismo parece esencial para aspirar al éxito en toda tarea humana.
No cabe duda que través de esta Cosmovisión Terráquea todo Individuo podrá reconocer diáfanamente su indisoluble unidad vivencial, existencial, no sólo  con el Otro, y a través de éste con toda la Humanidad, sino también su unidad con todo su Entorno y con todo el Planeta; podrá reconocer con claridad la expresión y defensa en este siglo XXI de los auténticos valores y principios humanistas, comunitaristas, socialistas, ecológicos y podrá mantener permanentemente una actitud  de profundo respeto por la Vida en todas sus formas y manifestaciones y de  gran compromiso con su Medioambiente y con el desarrollo sustentable del Planeta.
 En definitiva, el Hombre Moderno podrá  “construirse”, para luego internalizar en su Siquis,  una óptima Teoría Existencial Personal que favorezca su crecimiento y desarrollo como Persona y la entrega de su mejor y mayor aporte a su Comunidad.
Con esta mirada es también posible apreciar la importancia, trascendencia y dignidad del Trabajo (Servicio, Aporte al Otro), sagrada actividad a  través de la cual el Hombre, fundamentalmente en equipo, participa activa y protagónicamente como “cocreador” del Planeta.
 La Humanidad es un gran equipo planetario que “construye” al Planeta Tierra aunque hoy mas bien parece estar  “destruyéndolo”.
Esta visión humano-planetaria  permite también reconocer y aceptar el Deber (esencial para el Trabajo en equipo) y comprometerse a su siempre fiel cumplimiento.
Este enfoque, además, pide y justifica una fuerte exigencia de profundo Respeto por el Otro, reconociendo su gran valor y dignidad como co-constructor planetario, y promueve la legitimidad y necesidad de la práctica constante de la Fraternidad al mostrar el origen común y  la indisoluble unidad existencial de todos los hombres entre sí.
La práctica de la Fraternidad y el reconocimiento de cierta mínima dignidad del Otro, parecen muy importantes para construir el Amor en su Siquis (Humanización máxima del Animal Humano) : La conocida y milenaria obligación cristiana de “Amar al Próximo” plenamente se legitima y justifica por la dignidad divina que le otorga el cristiano a todo Ser Humano.

El Socialismo
Desde esta perspectiva existencial humano-planetaria, no cabe duda alguna  que “construir” el Socialismo en esta Sociedad resulta absolutamente congruente, coherente y consistente con el óptimo porvenir que se sueña para la Humanidad y con la natural evolución humano-planetaria, pues el Socialismo es la condición político-social connatural de la Especie Humana; condición genética hoy pervertida y desnaturalizada por el deshumanizador Neoliberalismo.
Se entiende como Socialismo, en este contexto, a la “construcción” de una Sociedad justa, fraterna y solidaria, respetuosa de los derechos de todo Ser Humano y profundamente comprometida con su Medioambiente.
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El respeto y defensa de la Vida debe constituirse en el parámetro ético y moral básico, primario, de este Socialismo siglo XXI y su “construcción” exigirá, a todos y a cada uno,  una gran dosis de Fraternidad.
Una Cosmovisión de esta naturaleza, humanizadora, ecológica y comunitarista, racional y razonable, optimista y “constructiva”, podrá ser reconocida fácilmente como “creíble, confiable, viable” por el Hombre Moderno, y podría ser hoy fácil y rápidamente incorporada al Inconsciente Colectivo de la Sociedad haciendo uso de la tecnología y los medios comunicacionales modernos y, desde allí, producirá el cambio de mentalidad social, la Revolución Cultural que se necesita para la “construcción” del Socialismo.

Todo avanza hacia el Bien, afirmó Platón hace 2.500años….



                                                                                           Un Hombre de la calle