jueves, 7 de septiembre de 2017

La Comunidad Humana

La Comunidad Humana

El Animal Humano 
           El Ser Humano es, en principio, un animal más, pero, a diferencia del resto de los animales, tiene un cerebro más grande y desarrollado capaz de hacer uso de la Razón (Intelecto) lo cual le permite concebirse a sí mismo como un individuo, es decir,  como separado de su Entorno (“tomar Conciencia de Sí Mismo”), e imaginar, concebir un Futuro.
            El Cerebro está conformado por miles de neuronas muy interrelacionadas e interconectadas entre sí. La capacidad y potencialidad del Cerebro no depende sólo de la cantidad y tamaño de sus neuronas, sino fundamentalmente de la estrecha y profunda  interrelación e interconexión entre ellas.
Este mayor cerebro le da  también al Animal Humano, frente a un estímulo desde su Entorno, la capacidad de demorar, modificar u  oponerse a la respuesta emocional automática  gatillada, desde su biológica emocionalidad animal,  a este estímulo o solicitación.
Todo animal, en cambio, sigue ciega e inexorablemente este mandato natural emocional, instintivo, sin posibilidad alguna de actuar sobre él contradiciéndolo o modificándolo.
Aquí radica la esencial Libertad del Hombre que significa su capacidad de liberarse de esta “esclavitud emocional” de la Madre Naturaleza.
La Razón con sus memorias y este campo emocional animal, donde residen las emociones y pulsiones, en general las bio-energías que  mueven a todo animal a la acción, conforman la Siquis Humana dando origen a un Ente síquico, mental, emocional, inmaterial, (¿”espiritual”?), propio de cada individuo humano, y que se ha  denominado como Mente,  “Alma”, Ethos, Cuerpo síquico, Inconsciente personal, etc.  

El  EGO
En esta Siquis humana emerge el importantísimo y trascendente EGO, fundamental para la materialización de su concepción de Individuo, característica esencial del Animal Humano.
En este contexto el EGO es una “construcción síquica” que representa la “idea, la imagen, el concepto” que todo Ser Humano se forja automáticamente de Si Mismo al “tomar conciencia”  de su individualidad. Esta manifestación síquica está anclada profundamente en su emocionalidad animal y es muy coherente y consistente con su básico y trascendente “sentir”, experimentar una individualidad existencial.
Este EGO juega un rol importantísimo y crucial en el proceso de hominización, de crecimiento y desarrollo humano-personal y de la esencial “individuación” del Animal Humano, fundamental para alcanzar su realización humana plena.
La individualidad, el Individuo, ha tenido un rol central en la evolución de la Vida Planetaria. Ésta ha evolucionado creando primero a  Individuos muy básicos, los cuales luego se han agrupado entre sí formando grupos definidos y concretos. Cada grupo ha dado origen a su vez a un nuevo Individuo  más grande y complejo, y éstos, al agruparse  nuevamente entre sí, han creado nuevos grupos que se transformaron en nuevos individuos más poderosos, y así sucesivamente.
En este proceso existencial el “Individuo”, la “individuación” es fundamental.
         
          La Comunidad humana
            Ahora bien, el Ser Humano  es un animal gregario, vive agrupado en comunidad, y debe llevar a cabo desde su nacimiento un largo y complejo  proceso de crecimiento, desarrollo e individuación humano-personal para llegar a la adultez, es decir, para convertirse en Hombre pleno y maduro capaz de entregar su mejor y  mayor aporte a su Comunidad.  
Este trascendental proceso de Hominización lo debe realizar el Animal Humano con, en y dentro de un grupo humano, su Comunidad, pero al mismo tiempo desarrollando plenamente su individuación personal, condición central para alcanzar sus personales metas de realización humanas que garantizarán su mayor aporte comunitario.
        La Comunidad le es esencial al animal humano y es su fuente de poder para cumplir su misión terráquea como co-constructor del Planeta.
Y éste como animal gregario posee los genes de la fraternidad y solidaridad los cuales garantizarían su óptima relación comunitaria.
 Hoy estos genes están  bloqueados y anulados por la actual cultura neoliberal dominante, cruda y  brutalmente egoísta.
Durante el s.XX se confrontaron planetariamente dos visiones sociopolíticas respecto a esta trascendente interrelación Comunidad-Individuo : La visión marxista que privilegió a la Comunidad sobre el Individuo, mientras la Neoliberal, finalmente triunfante, puso al Individuo sobre ésta.
El Marxismo dio origen al repudiado Socialismo Real, mientras el Neoliberalismo amenaza hoy la sobrevivencia humana.
           Hoy s.XXI se plantea un sano equilibrio valórico entre ambos conceptos humanizadores : Reconocer la esencial importancia de su Comunidad para la realización de todo Ser Humano, pero al mismo tiempo exigiendo que Ésta no  pueda violar ni tan solo uno de sus derechos como Persona.
La mayor  perversión de la  actual cultura neoliberal no es sólo su  irresponsable depredación planetaria que amenaza con graves colapsos socioambientales,  sino principalmente el promover un Egoísmo feroz y exacerbado  que destruye sistemáticamente toda organización humana, especialmente aquéllas basadas en la fraternidad y solidaridad, incluyendo la Familia, y con ello deshumaniza dramáticamente al Ser Humano, al negarle así participar de su Comunidad, esencial para alcanzar su pleno desarrollo humano personal.

La construcción de la  SIQUIS y del Amor
Y en este proceso hominizador simultáneamente individual y comunitario tiene un rol clave la “construcción síquica” de un EGO personal fuerte y saludable, de clara individuación, pero realizada en estrecha armonía y comunión con el Otro, en un sano y necesario equilibrio vivencial con su Comunidad que asegure su entrega como Persona de su máximo aporte comunitario.    
Para el EGO es existencialmente esencial el claro reconocimiento de un  “Otro”.
La Libertad síquica propia del Animal Humano le permite a éste “domesticar”, educar a su Siquis (Mente, Inconsciente, Ethos, ¿”Alma”?), para “construir” no sólo un EGO sano y constructivo, sino también para que su Siquis privilegie emociones y sentimientos fraternos y solidarios, conforme al biológico condicionamiento genético humano, en sus respuestas a las diversas solicitaciones de su Entorno.
Es decir, puede y debe educar su Siquis hacia el Amor al que está llamado el Ser Humano en forma natural, desde sus genes.
             Se entiende como Amor en este contexto, a esa emoción o sentimiento que experimenta el Individuo al sentirse en íntima y total unión y comunión con el Otro, con el Entorno, con la Humanidad, incluso con todo el Planeta y el Universo entero.
          La emoción del Amor debe ser “construida” por el Individuo trabajando sobre su Siquis y es el mejor parámetro o evaluador del avance del proceso hominizador, de su crecimiento y desarrollo personal, de cada Ser humano.
La  Ciencia actual puede ayudar mucho en este trascendente trabajo hacia el Amor, no sólo enseñando técnicas de “gestión emocional-síquica”, reconocidas por la Filosofía perenne humana desde hace milenios,  sino también afirmando que objetivamente el Ser Humano no está separado en absoluto de su Entorno. La separación percibida por Él es sólo una ilusión de los Sentidos y que está en realidad indisoluble y totalmente unido al Otro, a la Humanidad, al Planeta y a todo lo existente.
              En este contexto la hipótesis de GAIA (El Planeta Tierra es un “Ser Vivo”) al internalizarse en el Inconsciente Colectivo de la Sociedad, fortalecería enormemente la “construcción” del Amor en la siquis humana y aceleraría significativamente el tránsito hacia una Sociedad más justa, fraterna y solidaria, de claramente mayor calidad de vida. 

El equipo humano
Un equipo humano se conforma  cuando un grupo de Individuos  se reúnen para realizar una determinada acción o construcción en común.  En equipo la capacidad de acción del Ser Humano alcanza sus máximos.        
Ahora bien, el  mayor y más complejo Cerebro humano también  permite que  en todo grupo humano (Equipo, Comunidad, Colectivo) emerja el Inconsciente Colectivo (Ethos o Siquis Grupal, ¿”Alma colectiva”?, Cuerpo Místico, etc.), es decir un Ser, un Ente síquico, mental, emocional, inmaterial, (¿”espiritual”?), producto de la Siquis personal del Ser Humano en unión y  comunión con todas las otras del grupo.
Este Inconsciente Colectivo, este Ethos grupal, es compartido síquica, emocionalmente, por todos los  miembros del grupo y es de enorme importancia en la construcción y acción de todo equipo humano.               
Un EGO primitivo e inmaduro afecta gravemente la creación de este Ethos grupal y es uno de los principales obstáculos para la conformación de un buen equipo.
La capacidad y potencialidad de un Equipo humano, al igual que  el Cerebro, no depende sólo de la cantidad y calidad personal de sus miembros, sino fundamentalmente de la estrecha interrelación, comunión e interconexión que exista entre ellos.
La estrategia evolutiva de la Vida Planetaria ha consistido en crear individuos y con éstos formar grupos, equipos, los que darán origen a su vez a nuevos individuos, y así sucesivamente, combinando Individuo-Comunidad tanto en lo Micro como en lo Macro existencial.
En lo Macro, en el Universo, las Estrellas forman  Galaxias, éstas forman Metagalaxias, luego éstas los Supercúmulos,  etc.,(¿¡ etc.!?)  
Habrá algún límite ?  Y cuál sería ?
 Las tradiciones orientales afirman que la gran multiplicidad existencial observada en el Cosmos remite finalmente a un solo Ser, un Cósmico Individuo Único  que los contendría a todos : El Todo, el Absoluto, el UNO.
“[ ¿ Será tal vez este hipotético Ser aquél que Jesús concibió como un  Padre que conoce y ama a cada Ser Humano ?].”

La Familia
La Familia es la comunidad humana más elemental,   básica y primaria.
        Históricamente la horda humana en los bosques primitivos, luego la tribu ancestral sedentaria, en comunidad criaban y educaban a todos sus niños, considerándolos su garantía de supervivencia tribal.
Sin embargo, las tribus, en general,  (y todavía hoy algunas) practicaron en ocasiones el infanticidio (muerte al nacer el niño) por estas mismas razones de supervivencia tribal.
            Esta necesaria pero brutal decisión siempre fue tomada por la tribu, la comunidad,  y no por la madre ni algún eventual padre.  
Nunca se concibió la actual perversa idea neoliberal que la madre o ambos padres tuviesen cierto derecho de “propiedad” sobre un hijo, incluso aún por nacer.
 El Mito del Mesías, presente en muchas culturas primitivas, destaca y simboliza la gran  importancia para la tribu de todo niño o niña, incluso en gestación : Aquél podía ser el anhelado Mesías; ésta, su Madre.          
            Con el crecimiento demográfico y de la cultura, la tribu entregó a los padres ( Familia ) esta gran responsabilidad y honroso privilegio: Criar  a los niños para luego devolverlos a la tribu como adultos útiles a  la comunidad.
       Hoy s.XXI  con la supervivencia de la Especie humana, en cierto modo directamente en manos del Hombre gracias a la Ciencia, la Familia   está adquiriendo nuevas formas y organización más modernas y funcionales.

Sentido del Deber y el Trabajo
Finalmente sólo dentro de una Comunidad puede concebirse el Sentido del Deber y ésta es el adecuado contexto social  donde el Trabajo (servicio al Otro) alcanza su pleno sentido y significado, especialmente el trabajo en equipo.
A través del Trabajo el Hombre participa activamente como coconstructor del Planeta.
            Y sin un sentido del Deber el individuo no puede experimentar la saludable, sicológicamente muy necesaria y humanizadora “satisfacción del Deber cumplido” (Kant),  satisfacción clave para su realización personal y eventual Felicidad.
El profundo  y extendido malestar social hoy existente proviene principalmente de la egoísta soledad personal imperante en esta Sociedad neoliberal que tiende a destruir sistemáticamente a toda comunidad creando una deshumanizante ausencia de sentido de comunidad que impide reconocer Deber ni Trabajo alguno, privando al Individuo de la humanamente trascendente e insustituible satisfacción del “Deber Cumplido”.
Y naturalmente el Dinero no puede suplir esta trágica ausencia de Comunidad y del Sentido del Deber……aunque así lo parezca por la ilusión que produce el Mercado  moderno de poder satisfacer toda necesidad humana.

Potencialidad sociopolítica de la Comunidad
En este s.XXI, gracias al enorme avance civilizatorio, cultural, científico y tecnológico, las Personas al organizarse convenientemente están alcanzando un gran poder sociopolítico que les está permitiendo producir significativos y profundos cambios sociales en sus respectivas sociedades.
Claro ejemplo de esto se ha observado en los procesos políticos sociales de la llamada Primavera Árabe, donde bajo la presión de la población organizada, se produjeron   drásticos cambios de regímenes gobernantes arábigos.
Caso emblemático en este aspecto, fue la caída del Imperio Soviético, donde la presión popular organizada no sólo produjo la desmembración del Imperio, sino también un revolucionario y total cambio de paradigmas socioeconómicos, culturales, políticos, etc., en tiempo récord y prácticamente sin disparar una sola bala.
Y en Chile las recientes movilizaciones ciudadanas espontáneas por mejoras en pensiones y educación están promoviendo profundos cambios estructurales en esas áreas.
Sin embargo, para asegurar la correcta definición e implementación adecuada de eventuales cambios sociales por parte  de la Comunidad organizada, hoy urgentes y necesarios para avanzar hacia una Sociedad realmente más justa y fraterna, con auténtica mayor calidad de vida y libre de las amenazas medioambientales actuales, se requiere la implementación de una Educación fuertemente humanizadora a toda la población, que favorezca y acelere el crecimiento y desarrollo humano-personal de todo Individuo, que permita y promueva, liberándolo de la perversa influencia neoliberal, la libre expresión de la condición genética fraterna y solidaria propia del Ser Humano, la cual lo conducirá hacia su realización y plenitud humana y a toda la Sociedad hacia una sociedad que garantice una auténtica mayor calidad de vida. 

La Comunidad Terráquea
La Humanidad se está constituyendo como una Comunidad terráquea, es decir, como un enorme grupo humano-planetario donde todo Ser Humano es valioso, distinto y diverso, único e irrepetible.
Estas características permiten crear un gran equipo de trabajo, donde cada miembro  es necesario y útil (nadie sobra),  un colectivo planetario  muy complejo y, por lo tanto, capaz, enriquecedor, fuerte, creativo  y potente.
     Esta Comunidad, este equipo terráqueo, tiene aún mucho  que crecer y desarrollarse y está destinada a convertirse en el Cerebro del Planeta.
Y tal como sucede en el cerebro humano donde cada neurona es importante y que ésta debe trabajar en estrecha interrelación con todas  las demás para alcanzarse la máxima potencialidad cerebral,  también en este planetario equipo humano, es fundamental lograr  el óptimo crecimiento y desarrollo de cada uno de sus miembros, de todo Ser Humano, pero promoviendo simultáneamente la máxima interrelación, interacción y comunicación con todos los demás para alcanzar su mayor potencialidad planetaria.

 Futuro de la Humanidad y del Planeta
 Toda especie viviente aparecida en el curso de la evolución de la Vida en la Tierra, ha luchado siempre por crecer y desarrollarse al máximo posible, hasta alcanzar un equilibrio natural con su Entorno medioambiental.
  ¿ Cuál será el máximo de habitantes para la Tierra ?.
La Ciencia con su Tecnología ha estado contribuyendo fuertemente a aumentar cada vez más la cantidad  de Seres Humanos y puede ayudar mucho más a encontrar el necesario y saludable equilibrio humano-planetario que asegure alcanzar una suma óptima de habitantes terráqueos.
Hoy la Humanidad, gracias a la Ciencia, ha alcanzado un poder de acción sobre el planeta que jamás ha tenido criatura alguna terráquea : Puede destruir por completo a la Tierra (no sólo lo viviente ), abortando a esta semilla cósmica planetaria, pero también puede convertirla en el Hogar paradisíaco de la Gran Familia Humana, contribuyendo así significativamente a su evolución planetaria hacia cualquier eventual objetivo cósmico.
Y en ese entonces el Inconsciente Colectivo Humano cubrirá totalmente al Planeta constituyéndose en la Siquis Planetaria de la Tierra que significará un salto evolutivo gigantesco en su Vida cósmica. 
     Sin embargo, hoy, paradojalmente, la Humanidad bajo la nefasta influencia neoliberal está amenazada con terribles  catástrofes humano-planetarias.
La Hipótesis terráquea de GAIA puede justificar y fortalecer un sano y constructivo optimismo respecto al futuro de la Humanidad y del Planeta; optimismo muy necesario y urgente para enfrentar con éxito los múltiples desafíos que se avizoran hoy.
Esta hipótesis científica es la respuesta metafísica moderna al ancestral misterio existencial humano que podrá competir con éxito con la actual perversa y deshumanizadora respuesta neoliberal, crudamente nihilista y hedonista, y que conduce a la Humanidad al colapso.
         ¡¡  GAIA será la Metafísica, la “Religión” del s.XXI  ¡!

       


                                                                        Un hombre de la calle